¿Autónomo o SL? Guía para elegir bien al comenzar tu actividad

Publicado el 21 de julio de 2025 | Categoría: Autónomos

Cuando decides emprender, una de las primeras preguntas que debes resolver es:

¿Me doy de alta como autónomo o creo una Sociedad Limitada?

Ambas opciones son válidas, pero hay diferencias clave que pueden hacer que una u otra encaje mejor contigo dependiendo de tu actividad, tu volumen de ingresos o si vas a emprender solo o con socios.

En este artículo te ayudamos a entender las diferencias principales y a decidir qué forma jurídica te conviene más en tu etapa inicial.

✅ Autónomo: la vía rápida y flexible para empezar

Darse de alta como autónomo es, por norma general, más rápido, barato y sencillo. No necesitas capital inicial, puedes hacerlo todo online en cuestión de días y empezar a facturar desde el primer momento.

Ventajas de ser autónomo:

  • Alta inmediata y sin apenas trámites.
  • No necesitas aportar capital mínimo.
  • Control total sobre tu actividad.
  • Gestión contable más sencilla.
  • Perfecto si trabajas solo o estás probando tu idea de negocio.

Pero también hay algunas desventajas:

  • Respondes con todo tu patrimonio personal ante posibles deudas.
  • La cuota de autónomos es obligatoria y varía según tus ingresos.
  • A partir de cierto volumen de ingresos (alrededor de 40.000 €/año), puede no ser la opción más eficiente a nivel fiscal.

✅ Sociedad Limitada (SL): más protección, más formalidad

Crear una SL supone constituir una empresa con personalidad jurídica propia. Esto significa que tú como persona y tu empresa sois entidades diferentes, lo que puede ser clave si tu actividad implica riesgos, inversión o contratación de personal.

Ventajas de una SL:

  • Responsabilidad limitada al capital social (normalmente 3.000 €).
  • Mayor imagen profesional frente a clientes y proveedores.
  • Puedes tener socios y dividir la propiedad.
  • Posibilidad de deducciones fiscales como sociedad.
  • Más fácil separar tus finanzas personales de las del negocio.

Inconvenientes a tener en cuenta:

  • Costes y trámites de constitución (notario, registro…).
  • Mayor complejidad contable y fiscal.
  • Requiere llevar contabilidad ajustada al Plan General Contable.
  • Implica obligaciones legales más estrictas (libros, cuentas anuales...).

Entonces, ¿qué me conviene más para empezar?

Depende de tu situación. Aquí algunas recomendaciones generales:

  • Si estás empezando solo, con poca inversión y quieres probar tu idea: lo más habitual es empezar como autónomo.
  • Si vas a emprender con socios, necesitas inversión o quieres limitar tu responsabilidad: crear una SL puede ser más seguro y rentable a largo plazo.
  • Si ya eres autónomo y tus ingresos han crecido considerablemente, puedes dar el salto a SL más adelante.

Muchos negocios comienzan como autónomos y evolucionan hacia una SL cuando consolidan su facturación o amplían su equipo.

¿Y cómo puede ayudarte Contafact?

Tanto si decides empezar como autónomo como si apuestas por crear una SL, Contafact se adapta a ti desde el primer día:

  • Emite facturas profesionales en segundos.
  • Controla tus ingresos y gastos desde cualquier lugar.
  • Presenta impuestos con más tranquilidad.
  • Lleva tu contabilidad al día, sin líos.
  • Consulta informes financieros que te ayudan a tomar decisiones.

Nuestra plataforma es flexible, intuitiva y pensada para crecer contigo.

¿Quieres descubrir todo lo que Contafact puede hacer por ti?

Explora nuestras soluciones de facturación, contabilidad y gestión adaptadas a autónomos y pymes.

Ver más sobre Contafact

¿Y si ya soy autónomo, puedo cambiar a SL más adelante?

¡Por supuesto! De hecho, es algo bastante habitual. Muchos emprendedores empiezan como autónomos por simplicidad y, cuando su negocio crece, deciden dar el salto a una Sociedad Limitada.

🕒 ¿Cuándo suele ser buen momento para cambiar?

  • Cuando tus ingresos superan los 40.000–50.000 € anuales. A partir de ahí, puede interesarte fiscalmente tributar como sociedad (25%) en lugar de como persona física (hasta un 47% IRPF).
  • Si vas a contratar empleados o colaboradores fijos.
  • Si necesitas inversión externa o vas a trabajar con socios.
  • Si tu actividad implica riesgos financieros o legales y quieres proteger tu patrimonio personal.
  • Cuando quieres transmitir mayor profesionalidad a tus clientes o proveedores.

🔄 ¿Cómo se hace el cambio?

  1. Constituir la nueva SL: deberás hacer escritura pública ante notario, inscribirla en el Registro Mercantil y aportar el capital social (mínimo 3.000 €, que puede estar en una cuenta bancaria).
  2. Darte de alta como administrador de la sociedad en Hacienda y la Seguridad Social (si cobras por tu labor).
  3. Dar de baja tu actividad como autónomo persona física en Hacienda y Seguridad Social (si ya no facturas como tal).
  4. Traspasar tu actividad:: clientes, nombre comercial, contratos, etc., pueden continuar en la SL, pero hay que formalizar el cambio.
  5. Actualizar los datos fiscales en tus herramientas y bancos: nuevo CIF, razón social, etc.

💡 Importante: es recomendable contar con el apoyo de una asesoría o gestoría para asegurarte de que el proceso se hace correctamente y sin sorpresas.

¿Tienes dudas? Te ayudamos a dar el primer paso

Elegir bien la forma jurídica te ahorrará muchos dolores de cabeza en el futuro. Si no tienes claro por dónde empezar, lo mejor es asesorarte bien y contar con herramientas que te faciliten la gestión desde el principio.

En Contafact te acompañamos en todo el proceso. Seas autónomo o empresa, puedes contar con nosotros.

← Volver al blog

Empieza hoy a usar Contafact

Contafact es el software de gestión y contabilidad diseñado para transformar y optimizar tu negocio, contacta con nosotros para más información.